Kim KardashianPensar en la revista Forbes es hacerlo en los empresarios de éxito que cada año logran mejorar, aún más, las cuentas corporativas. Nombres como Bill Gates, el fallecido Jobs, incluso Amancio Ortega entre los nacionales, han aparecido en el ránking de 100 nombres entre los que se presupone que están los más influyentes.

Políticos, deportistas, algún cantante y empresarios han estado siempre dentro de esta lista que, año tras año, se publica. Sin embargo, este año, Forbes ha lanzado una portada con la persona que ocupa el puesto número 42.

¿Por qué? Porque es Kim Kardashian y sabían que formaría revuelo. ¿Cómo ha llegado hasta aquí? Con cabeza. Pese a la frívola vida que muestra en el reality que protagoniza junto con su familia, o en cada alfombra roja o photocall, lo cierto es que esta mujer convierte en oro todo lo que toca.

No en vano cada día su look es analizado en profundidad como si de la cuenta de resultados de una empresa fuera. Si luce un bolso, éste, automáticamente, se agota. Si habla de un destino, éste sube el turismo…y así, todo.

Pero no es por su imagen (tan sólo en los primeros meses del año 2016 ya ha facturado la friolera de 52 millones de dólares) por lo que es portada de la prestigiosa revista empresarial, sino por una faceta más desconocida.

Sólo con la app que lleva su nombre, Kim Kardashian: Hollywood, en la que por 1.99 dólares puedes simular ser su amiga y ayudarla con la popularidad y reputación, ha facturado más de 140 millones de dólares. Lanzada hace un par de años, las descargas desde las Stores de Ios y Android se incrementan. Y ahí está su secreto. En ser una marca por sí misma. En conseguir que, por hacer la gracia o por ser fan, millones de personas decidan pagar por tener una app con su nombre en sus dispositivos.

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Queda demostrado pues, que es mucho más que una cara y un cuerpo que se disputan las marcas, sino que está asesorada y tiene una cabeza hecha para conseguir hacer dinero.