La inteligencia artificial podría mejorar nuestra edad.

El especialista John Markoff envolvió la tecnología de The New York Times por más de 25 años. Presentemente es órgano del Instituto Berggruen en el Centro de Estudios más avanzados en Ciencias del Comportamiento de Stanford. Hace unos años, en una comida con el economista de la conducta Daniel Kahneman en la localidad de Nueva York, se intento discutir que la llegada de comprensión artificial y robótica en China llevaría a un obstáculo social generalizado, con trabajadores compasivos desplazados por máquinas.

Se había estado informando sobre la vertiginosa expansión de las nuevas tecnologías de razón artificial en el lugar de trabajo y cómo se encontraban a punto de desplazar no solo las ocupaciones de fabricación de trabajadores sino, por primera vez, a los operadores del sector de las comprensiones de oficina, como representantes y médicos. . Pero esa noche, Kahneman me comunicó sobre un semblante en gran parte no concurrente del debate sobre el procesamiento de datos alimentado por la IA. Como selló, China es una humanidad que envejece ligeramente. Su estrategia de un solo hijo ha afianzado que la fuerza profesional en edad de trabajar en China, los hombres de entre 17 y 50 años, en realidad se está astringiendo. Se espera que el conjunto de personas en edad de trabajar en China se reduzca a 800 millones para el 2050. Eso es un declive del 24 por ciento con respecto al año 2012.

Cuando se emprendió la exploración la hipótesis de Kahneman, me di cuenta de que el declive de la población no es solo una dificultad china. En el año 2015, un informe de la Oficina del Censo de EE. UU. Visualizó que, en algún instante antes del año 2020, por primera vez en la historia, tendría más personas en el mundo mayores de 60 años que pequeños de cuatro años. Las urbes igualmente están envejeciendo velozmente en otras zonas de Asia, Corea del Sur y parte de Japón en particular, del mismo modo como en gran parte de Europa. Inclusive los Estados Unidos son una humanidad canosa, sin embargo menos que en el resto del mundo debido a habilidades de inmigración más espléndidos, al menos hasta hace poco. Poco a poco que decaen las tasas de natalidad, el mundo entero, con la excepción de África y partes de Medio Oriente, se está envejeciendo a un compás sorprendente.