La duración media de los contratos baja nueve días en dos años pese a la reforma laboral, según USO

MADRID, 26 (SERVIMEDIA)

La duración media de los contratos en la actualidad es de 43,91 días, mientras que hace dos años, en 2021, era de 52,71, por lo que se ha reducido en unos nueve días pese al aumento de contrataciones indefinidas como consecuencia de la reforma laboral.

Así se desprende del ‘Análisis socioeconómico: contratación, empleo y salarios’, elaborado por el Gabinete de Estudios del sindicato USO, que alerta de que ha aumentado la rescisión de contratos indefinidos en un 70,7 % desde abril de 2022 a abril de 2023.

Crecieron todos los supuestos de baja; porcentualmente, los que más han sido el despido por causas objetivos imputables al trabajador y el pase a inactividad de un fijo discontinuo, que se ha más que duplicado en un año.

«No vale de nada que se firme un contrato indefinido si se puede rescindir en quince días o en un mes sin mayores gastos y consecuencias. La reforma no acometió el despido ni ha venido acompañada de otros cambios necesarios para mejorar el mundo laboral: el modelo productivo», defendió el secretario general de USO, Joaquín Pérez.

Y a pesar de que hay un récord de afiliados a la Seguridad Social de 20,8 millones de personas, hoy hay menos jornadas laborales que hace cuatro años, según USO. Así, a cierre del primer trimestre de este año, aún no se habían recuperado 77.884.100 horas de trabajo con respecto a 2019, último trimestre no marcado por la crisis del covid-19.

«Esto quiere decir que «las horas de trabajo se reparten entre más gente. Y, por lo tanto, también los salarios. Hay más gente trabajando cobrando menos», añadió Joaquín Pérez.

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No obstante, explicó que «si esta es la tendencia, gracias a la parte positiva que tienen la robotización e informatización de trabajos y procesos, debemos afrontar una redistribución de ese trabajo. Desde USO consideramos que, si el continuo descenso de las jornadas es estructural y trabaja más gente pero menos horas, debemos acometer cuanto antes la revisión de qué es una jornada completa y ajustarla a la realidad. Ha llegado el momento de poner sobre la mesa que se acabó la jornada completa de 40 horas semanales».

Porque «lo que no puede ser es que se hable de que la inteligencia artificial va a reducir tiempos, va a reducir horas de trabajo, pero siempre se piense en empobrecer a los trabajadores. Si va a haber menos carga de trabajo pero más riqueza, el trabajo debe estar mejor valorado y que esa media de horas, sea 37, 35 o 32, equivalga igualmente al salario de una jornada completa», apuntaló Pérez.

El sindicato reconoce que la reforma laboral sí ha incrementado el número de contrataciones indefinidas, ya que los contratos indefinidos a jornada completa se han multiplicado por 2,6, pero han crecido más las jornadas parciales y las discontinuas. 3,5 veces más las primeras y 11,5 los fijos discontinuos.

Y, con respecto a los contratos temporales, Pérez apostilló que «tampoco aquí se han revertido los vicios estructurales de nuestras relaciones laborales: el 40 % de los contratos temporales que se firmaron duraron menos de una semana».