Tecnología puntera impulsa calidad de producción en las productoras audiovisuales independientes

La industria audiovisual es un pilar crucial en la economía española. El país se ubica como el sexto en la Unión Europea en realización de títulos, después de Alemania, Francia, Reino Unido, Holanda e Italia, y ocupa el quinto lugar en horas de producción, siguiendo a Alemania, Reino Unido, Francia e Italia. Según el informe «Yearbook Key Trends 2019-2020» del Observatorio Audiovisual Europeo, España se encuentra entre los cinco principales exportadores de títulos de películas en pago por visión (TVOD o PPV), junto con el Reino Unido, Alemania, Francia e Italia.

Para el Gobierno español, la industria es estratégica por su alcance global, su capacidad de generar empleo y su potencial de modernización mediante la digitalización. En marzo de 2021, se aprobó el plan «España, Hub Audiovisual de Europa», con una inversión pública de más de 1.600 millones de euros hasta 2025. El objetivo es consolidar a España como líder en producción audiovisual en la era digital, atraer inversiones y talento internacional, y fortalecer el ecosistema para competir y exportar en los mercados globales.

En este contexto, una productora audiovisual independiente de Barcelona enfrenta diversos desafíos en un entorno dinámico y competitivo. Ellos van desde aspectos financieros hasta creativos y tecnológicos, que demandan habilidades y estrategias específicas para destacar en el mercado.

En primer lugar, la financiación es un punto clave. Las productoras independientes deben buscar fuentes alternativas como subvenciones públicas, inversores privados o coproducciones internacionales debido a la falta de recursos financieros propios. Esto requiere desarrollar proyectos atractivos para los posibles financiadores y gestionar eficientemente los presupuestos asignados.

Otra meta significativa es la visibilidad y distribución de los proyectos. En un mercado saturado de contenido, destacar y llegar al público objetivo es una prueba constante. Estas compañías deben trabajar en estrategias de marketing y distribución creativas y efectivas, aprovechando plataformas digitales, festivales de cine y eventos especializados para promover y comercializar sus obras.

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En cuanto al aspecto creativo, la originalidad y calidad son fundamentales para sobresalir. Deben innovar constantemente, ofreciendo propuestas frescas y diferentes que capten la atención del público y la crítica especializada. Esto implica desarrollar guiones sólidos, seleccionar talento creativo y técnico adecuado, y explorar estilos y narrativas distintivas.

Además, la tecnología juega un papel crucial en los retos que enfrentan. Mantenerse actualizado con herramientas y tendencias tecnológicas es esencial para mejorar la calidad del producto y optimizar los procesos de producción y postproducción. Esto incluye el uso de cámaras de alta resolución, software de edición avanzado, efectos visuales y sonoros de calidad, y distribución en formatos adaptados a las diferentes plataformas y dispositivos.

En la Fábrica Naranja, comentan: “Trabajamos activamente en la proyección internacional de nuestros proyectos y en su crecimiento a través de la asistencia a Laboratorios y Festivales.”

Las productoras independientes se enfrentan a dificultades multifacéticas que van desde la financiación y la distribución hasta la creatividad y la tecnología. Superar estos desafíos requiere un enfoque estratégico, habilidades multifuncionales y una visión innovadora que permita adaptarse y destacar en un mercado en constante evolución. Este panorama, aunque desafiante, ofrece oportunidades para el crecimiento y la innovación en la industria audiovisual. La capacidad de adaptación y la búsqueda constante de nuevas ideas son clave para el éxito en este emocionante sector.

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