Realmente, ¿eres consciente de la enorme puerta abierta que suponen tus redes sociales?

En ocasiones uno no es consciente de lo que tiene a su alrededor, de cómo sería su vida sin determinadas cosas u objetos de uso diario que en otros tiempos no existían. Y es que, resulta especialmente complicado hacerse a la idea de cómo sería la vida sin fuego o sin electricidad, pero no es necesario remontarse tan atrás en el tiempo, ¿sería la sociedad actual capaz de volver a vivir sin internet? Probablemente la respuesta de los jóvenes sería un rotundo no o un imposible, mientras que la de sus mayores sería un simple sí. No obstante, existen objetos en la vida de todos los mortales que son imprescindibles y que han estado presentes a lo largo de la historia, si bien es posible que el uso que se les diera en un primer momento fuera distinto del que se les da en la actualidad, un ejemplo claro lo podemos encontrar en las puertas, “las puertas han estado presentes a lo largo de la historia de la Humanidad. Inicialmente con un fin defensivo, pero pronto adquirieron una mayor relevancia al ser conscientes de que era lo primero que cualquiera veía al llegar a un edificio” comentan desde L&R Puertas.

Pero, ¿qué sería de cualquiera sin puertas? ¿podríamos prescindir de la privacidad que aportan estos elementos que forman parte de la vida de la mayoría y a las que apenas se les presta la atención?

Pues la respuesta es sencilla, muy pocos o casi ninguno sería capaz de vivir en la actualidad prescindiendo de la privacidad que aportan estos elementos, algo que choca y mucho, con la actual forma de vida de muchos que se empeñan en mostrar y contar todo lo que hacen en su vida a través de las redes sociales, sin ser conscientes, de que todo los datos que dan a través de estas redes puede ponerles en peligro a ellos y al resto de las personas de su entorno.

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Como indican desde L&R Puertas “no deja de resultar curioso a la par, que incomprensible, que muchos quieran instalar puertas blindadas y otros elementos de seguridad que mantengan a los amigos de lo ajeno alejados y, sin embargo, muestran constantemente todo lo que hay en el interior de sus hogares a través de las redes sociales”.

No cabe duda, el ser humano es contradictorio en sus actos. Y es que, a pesar de que la mayoría no serían capaces de vivir sin la privacidad que les aportan las puertas, muchos se olvidan de que no existe mayor puerta abierta que la de sus redes sociales.